Yo pienso en tí, tú vives en mi mentesola, fija, sin tregua, a toda hora, aunque tal vez el rostro indiferenteno deje reflejar sobre mi frentela llama que en silencio me devora.
En mi lóbrega y yerta fantasíabrilla tu imagen apacible y pura, como el rayo de luz que el sol envíaa través de una bóveda sombríaal roto marmol de una sepultura.
Callado, inerte, en estupor profundo, mi corazón se embarga y se anajena, y allá en su centro brilla moribundo cuando entre el vano estrépito del mundo la melodía de tu nombre suena.
Sin luchas, sin afán y sin lamento, sin agitarme en ciego frenesí,sin proferir un sólo, un leve acentolas largas horas de la noche cuento¡y pienso en ti!
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1 comentario:
Excelente poema, que lo llegue a estudiar y analizar en la Universidad en la clase de literatura
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